5. Anotaciones

LAS FASES DEL DUELO

Todos, en algún momento de la vida, nos hemos enfrentado a situaciones muy dolorosas, que han requerido de un periodo de adaptación, que nos ayude a lidiar con nuestro sufrimiento. Tales como, el fallecimiento de un ser querido, la ruptura con una pareja, la enfermedad de un familiar, el alejamiento de un amigo, o incluso, la pérdida de un empleo.

Llamamos duelo al proceso psicológico que se produce tras una pérdida, ausencia o abandono.

Por tanto, el duelo no es más que una respuesta adaptativa que nos ayuda a reponernos de una pérdida, para poder continuar con nuestra vida. Una respuesta que incluye una serie de sensaciones muy características, como la profunda tristeza, sentimientos de soledad y de vacío, preocupación, inquietud, fatiga y presión en el pecho.

Durante el periodo de duelo, podemos distinguir 5 fases consecutivas que, describen la secuencia de reacciones emocionales por las que pasamos, cuando se produce una pérdida. Estas fases, se suceden unas a otras, aunque, en ciertas ocasiones, pueden llegar a solaparse. Si bien es cierto que, no todo el mundo pasa por todas ellas, ni en el mismo orden, sin embargo, es muy importante conocerlas, pues nos servirán de guía, para saber en qué punto nos encontramos del proceso de duelo.

Veamos en qué consiste cada una de estas fases:

  1. Fase de Negación: en un primer momento, tras suceder el evento, negamos lo ocurrido, en un intento por aplazar nuestro dolor. Con expresiones como “es imposible”, “tiene que ser un error”, “esto no nos puede haber ocurrido a nosotros”.
  2. Fase de Ira: Cuando, superada la fase de negación, aceptamos la situación como algo que no tiene solución, es el momento de comenzar a buscar culpables. Sentimos rabia y resentimiento, por una situación que juzgamos como injusta, proyectando nuestra ira contra los demás y contra nosotros mismos. “Si hubiese estado ahí, no habría pasado”, “la ambulancia llegó demasiado tarde”.
  3. Fase de Negociación: este periodo podríamos describirlo como “una fantasía de control”. Cuando creemos que humanamente no hay más que hacer (como en el caso de una enfermedad terminal), tratamos de controlar la situación, a través de una negociación con un ser superior. Esta negociación, generalmente, consiste en intercambiar un sacrificio personal, por la posibilidad de revertir la situación. “Si se recupera de esta enfermedad, prometo subir de rodillas al Santuario de la Virgen
  4. Fase de Depresión: cuando hablamos de fase de depresión, no nos referimos a una depresión, como tal, en el sentido de trastorno psicológico, sino que, hablamos de depresión como un sentimiento de tristeza profunda, de sensación de vacío. En esta fase, volvemos a la realidad en la que estamos, y vivimos la pérdida como algo irreparable, inevitable, y que nos provoca una gran sensación de angustia.
  5. Fase de Aceptación: por último, superada la fase de depresión, logramos aceptar lo ocurrido, nos reconciliamos con la realidad y aprendemos a convivir con esta pérdida. Al mismo tiempo, el dolor emocional, se va transformando en un recuerdo, que nos permite recuperar, nuevamente, nuestra capacidad de experimentar alegría y placer.

Todas las fases que acabamos de describir, configuran lo que llamamos un “duelo saludable”. Esto significa que, necesitamos ir superando cada una de ellas, para poder afrontar satisfactoriamente el proceso de duelo, y aliviar nuestro dolor, tras una pérdida.

En cambio, si la situación de duelo se prolonga indefinidamente en el tiempo, o no se logra avanzar de una fase a la siguiente, debemos acudir a un psicólogo, que nos proporcione las herramientas necesarias para lograrlo, y poder recuperar así nuestra vida.  

Espero que esta publicación te haya servido de ayuda.

Si tienes alguna duda o sugerencia, escríbeme al correo clinicaprincipado@gmail.com

Hasta la semana que viene, ¡Feliz fin de semana!

Patricia Pereles Montes