5. Anotaciones

ENFRENTA EL MIEDO AL CORONAVIRUS

A lo largo de estos días, los profesionales de la salud mental, hemos observado un repunte de síntomas de malestar emocional, relacionados con la situación que nos ha tocado vivir. La falta de control, la incertidumbre y el desconocimiento de las consecuencias que esta pandemia podría acarrear, han desatado una preocupación extrema en la población, a la que muchas personas han reaccionado con un alto nivel de angustia.

Es importante recordar que, todas las emociones cumplen una función. En el caso del miedo, nos advierte de un peligro real e inminente. Sin embargo, en ocasiones, estas emociones, debido a su alto nivel de intensidad, duración, así como, por la interferencia que suponen en nuestra vida cotidiana, se vuelven disfuncionales o patológicas.

Para poder entenderlo, veamos la diferencia que existe entre el miedo y el pánico.

El miedo es una emoción adaptativa que, nos advierte de una situación de peligro, nos pone en estado de alerta y prepara nuestro organismo para reaccionar mediante acciones de lucha o huida.

En un momento como este, es normal sentir miedo, ya que esta emoción es la que nos ayuda a llevar a cabo conductas de protección (como el lavado de manos, uso de guantes) y nos impulsa a la búsqueda de posibles soluciones (evitar salir de casa, consumir alimentos que aumenten nuestras defensas).

Sin embargo, el pánico, es una reacción de miedo intenso o angustia, que se caracteriza por la aparición de diversas alteraciones fisiológicas (como sudoración, palpitaciones, temblor, aumento de frecuencia cardiaca, etc), que, debido a su intensidad, nos paraliza, impidiéndonos tomar buenas decisiones, así como, analizar, valorar y llevar a cabo, posibles soluciones. Es por eso que, una persona en estado de pánico, puede realizar conductas que, lejos de acercarla a la solución, mantienen el problema (como la sobre exposición a todo tipo de noticias sobre el coronavirus, conductas compulsivas como comprar, comer, fumar, etc.). Por otro lado, esta gran inquietud o preocupación suele afectar a su rutina diaria (incapacidad para mantener la atención en el trabajo, dificultades para conciliar el sueño, etc).

En un momento como este, en que necesitamos tomar buenas decisiones y enfocarnos en posibles soluciones, os dejo unas pautas que os ayudarán a manejar el miedo, evitando que se vuelva patológico:

  • Evita la sobre exposición a noticias relacionadas con el coronavirus. Muchas de ellas, proceden de fuentes que no son rigurosas ni están contrastadas. Por tanto, limita la información que recibes, a la que proviene de fuentes oficiales y limita, también, el tiempo que le dedicas a las mismas.
  • Centra tu atención en las posibles soluciones y no en el problema. El miedo (en este caso, al contagio) podemos combatirlo con soluciones (ej. lavar las manos, evitar salir de casa, respetar las distancias), pero nunca dándole vueltas al problema (ej. hablar todo el tiempo de las fatales consecuencias).
  • No te aísles. Aprovecha para compartir tu tiempo con la familia, buscando alternativas de ocio en la que podáis participar todos (ver películas, juegos de mesa). Si vives sólo, aprovecha las nuevas tecnologías que, te permiten mantener tus vínculos sociales sin salir de casa (a través de redes sociales, llamadas, videollamadas, mensajes, etc).
  • Si vives con menores, no trates de trasmitirles tus miedos, ellos no poseen los mismos recursos para gestionar estas emociones y esto podría causarles una ansiedad innecesaria. Explícales la situación de manera que puedan entenderlo, así como las medidas que deben tomar para protegerse. Convierte el lavado de manos en un juego.
  • Trata de mantener, en la medida de lo posible, tus rutinas habituales (horarios de sueño, comidas, horario de teletrabajo o estudio).
  • Mantente activo. Aprovecha este tiempo, para realizar aquellas labores para las que no sueles tener mucho tiempo (limpieza, ordenar armarios, preparar comidas), sin olvidar dedicarte un tiempo para ti, haciendo esas actividades que te resultan más placenteras (lectura, manualidades, música)
  • Practica alguna técnica de relajación, meditación o mindfulness, que te ayude a mantenerte en calma

Si estás sufriendo crisis de pánico o un elevado nivel de ansiedad, no lo dudes y busca ayuda, los profesionales de la salud mental, estamos trabajando para contener esta situación.

Espero que esta publicación te haya servido de ayuda.

Si tienes alguna duda o sugerencia, escríbeme al correo clinicaprincipado@gmail.com

¡Feliz cuarentena!

Patricia Pereles Montes