5. Anotaciones

APRENDIENDO A RELAJARSE EN VACACIONES

     Llega el verano y todos estamos pensando en las vacaciones. Pero lo que suponemos que será una pausa en nuestra rutina diaria, un tiempo de relax en el que cargar pilas para volver a empezar, puede convertirse en un auténtico maratón de visitas, estrés, prisas, conflictos y auténtico caos. A veces, olvidamos la importante función que cumple este tan merecido descanso y lejos de desconectar del estrés diario; la organización de las vacaciones, pasar más tiempo en familia, la demanda incansable de los niños y los intentos por aprovechar cada día, nos acaban provocando ansiedad, haciendo que necesitemos unas vacaciones de nuestras vacaciones.  

     Si quieres hacer de tus vacaciones un momento en el que compartir y disfrutar con los tuyos, sigue leyendo este blog.

     Algunos de los factores que más estrés nos causan en verano son:

  • El mayor tiempo en familia. Los niños ya no van al cole, y esto demanda una atención permanente. Por otro lado, compartir más tiempo con tu pareja, puede ser un foco de conflictos, desde elegir el lugar donde ir de vacaciones como algunas conductas, a las que durante el año no prestamos demasiada atención, y es ahora cuando nos molestan mucho más.
  • El exceso de calor, puede hacer que nos resulte más difícil conciliar el sueño, y nos disminuya el apetito, lo que puede provocar que estemos más irritables, apáticos y malhumorados.
  • Durante esta época, aumentan los malos hábitos, como, un mayor consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas, elección de comida menos saludable y el abandono del gimnasio. Estas decisiones nos llevan a sentirnos más cansados y con bajo ánimo.

     ¿Dónde debo ir de vacaciones para poder relajarme? En realidad, no es necesario acudir a la playa o a la montaña, si quieres aprovechar este tiempo para relajarte, no necesitas desplazarte, simplemente debes salir de tu rutina diaria.

     Estos días de descanso, son muy necesarios para fortalecer y cuidar de tu salud mental y física. Si no sabes cómo hacerlo, aquí te dejo unas pautas, para logarlo:

  • Antes de marchar de vacaciones, deja tu trabajo bien organizado. Enseña a la persona que te va a sustituir un tiempo antes, asegúrate de que ha comprendido bien lo que debe hacer en tu ausencia y planifica cómo gestionar los imprevistos. No dejes temas pendientes de tu trabajo, y así evitarás llamadas y correos que interfieran en tu descanso. 
  • Cuando vayas a planificar tus vacaciones, no te llenes la agenda con miles de planes cada día. No pretendas aprovechar cada minuto para visitarlo todo, en los pocos días que tienes. Deja tiempo para descansar y relajarte. Además de cargar pilas, verás que se disfruta más de las actividades improvisadas.
  • Haz ejercicio. Durante el verano, también debemos cuidar nuestro bienestar físico. Aprovecha esta época para practicar deportes al aire libre, caminar por la playa, hacer rutas de montaña, montar en bici, hacer deportes acuáticos, etc.
  • Reduce el consumo de cafeína, azúcar y alcohol. Esto te dará la energía necesaria para afrontar cada día. En su lugar consume alimentos saludables (principalmente frutas y verduras), y bebe bastante agua para mantener el cuerpo hidratado y regular los niveles perdidos por el exceso de calor.
  • Aprender a relajarte es clave para desconectar cada día. Empieza y termina el día con alguna actividad relajante, como meditar, hacer respiraciones profundas, pasear, escuchar música, darte un baño relajante, leer un buen libro o simplemente sentarte con un café frente a la ventana. Estos 10 minutos diarios de rutinas relajantes, marcará la diferencia en tus vacaciones, ayudándote a evadir tu mente y te protegiéndote del estrés.
  • Mantén una actitud asertiva con los demás. Ni sumisa, ni agresiva. Aprende a decir no, y a tomar decisiones, pero sin por ello dejar de escuchar atentamente el punto de vista de los otros. Si en algún momento notas que estás a punto de perder los papeles, tómate un respiro. Sal a dar un paseo, llama a un amigo, saca al perro, escucha música o simplemente acuéstate un rato sobre la cama. Cuando haya pasado un tiempo, y sientas que tu nivel de ansiedad ha descendido, recuperarás la perspectiva de lo que está sucediendo, y afrontarás el problema de una manera más asertiva, evitando reacciones impulsivas que te lleven al conflicto.
  • Tómate los días con buen humor. No te quejes todo el tiempo y trata de ver el lado bueno de todo, sin terribilizar cada cosa que te pasa. No le des tanta importancia a lo que te rodea, incluido tú mismo, y verás cómo gestionarás mejor tus emociones.
  • Sé realista y conoce tus límites. No te dejes dominar por el perfeccionismo. No tienes que tener los mejores planes, ni aprovechar a tope cada minuto de tus vacaciones. Marca límites, y haz las cosas de manera inteligente y sin estrés. Tratar de hacer todo bien, consume mucha energía emocional y es momento de sumar no de restar.
  • Desconecta de las nuevas tecnologías: el móvil, el ordenador, la Tablet, esos aparatos que te recuerdan tu rutina de todo el año. Apaga la tele, puedes hacer muchas otras cosas, y seguro que más divertidas.
  • No pongas el despertador. Aprovecha para dormir lo que el cuerpo necesite. Deja que sea tu reloj biológico quien decida el mejor horario, y que las fases del sueño se reajusten después de todo un año castigadas por el sueño de acostarnos tarde y madrugar.
  • Pasa tiempo sin hacer nada. No hacer nada, no es una pérdida de tiempo, sino que te ayuda a pensar, reflexionar, enfocar las cosas y cambiar tu punto de vista. Puedes sentarte en una terraza a tomar un café, o simplemente observar cómo rompen las olas.
  • No hagas listas de tareas. Querer cumplirlas todas puede resultar muy estresante. Planifica las cosas, pero con flexibilidad. Si algo no puedes hacerlo, no pasa nada, como viajar a conocer varias ciudades en dos días, y tratar de verlo todo. Esto puede hacer que viajes de un lugar a otro estresado y no disfrutes de tus vacaciones. Visita un par de sitios importantes, vale más que pasees tranquilamente por la ciudad, sin prisas, y disfrutando lo que ves, que querer cumplir un itinerario.
  • Vive según la filosofía mindfulness, estate presente y disfruta el momento. Desconecta del mañana y del ayer.
  • Aprovecha este tiempo para conversar con la familia y amigos, dedícales el tiempo que no tienes durante todo el año. Interésate por sus sueños, intereses e inquietudes y fortalecerás los lazos familiares y de amistad. 

     Disfruta de tus vacaciones de verano, y aprovecha para descansar y desconectar de tu rutina diaria. Volverás con las pilas cargadas, y con la energía y motivación para volver a empezar.

Espero que esta publicación te haya servido de ayuda.

Si tienes alguna duda o sugerencia, escríbeme al correo clinicaprincipado@gmail.com

Hasta la semana que viene, ¡Feliz fin de semana!

Patricia Pereles Montes